Nuestra Sede

La congregación de “Obreras del Corazón de Jesús”, a la que pertenece el templo del Dulce Nombre de Jesús, fue fundada en 1940 por María Jesús Herruzo Martos, natural de Villanueva de Córdoba, labor en la que estuvo asistida por el Padre Pedro Castro Quero, de la Compañía de Jesús.


El templo forma parte de un gran conjunto que engloba la Escuela Hogar y el convento de las Obreras. El exterior del edificio es un conjunto de estilo neobarroco, articulado con ventanas y balcones, en el que se encuentra la portada del templo, que luce en una hornacina situada por encima de la puerta de entrada una imagen del Buen Pastor, realizada por Domingo Sánchez Mesa.

La iglesia del Dulce Nombre de Jesús fue diseñada por Carlos Sáenz de Santamaría a mediados de la década de 1950, y es un espacio de estilo neobarroco que cuenta con tres naves y crucero, con coro situado en alto a los pies del templo y tribunas sobre las naves laterales. El edificio está cubierto con bóvedas baídas adornadas con motivos geométricos. En el crucero se encuentra la cúpula que cuenta con óculos y fajas geométricas pintadas de gris. En las pechinas que sostienen la cúpula existen cuatro pinturas que representan a San Pedro, las Ánimas del Purgatorio, Cristo en casa de Marta y Cristo con la Samaritana.

En el crucero se disponen cuatro retablos. Los situados en los frentes se adornan con las imágenes de la Inmaculada a la izquierda y San José con el Niño a la derecha. En los testeros del crucero se disponen dos retablos semejantes presididos por los santos más venerados de la Congregación. En el retablo de la izquierda se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús, flanqueado por San Luís Gonzaga, San Estanislao de Kostka, y en el retablo de la derecha se hallan San Ignacio de Loyola, situado entre San Francisco Javier y San Francisco de Borja, todos ellos pertenecientes a la Compañía de Jesús.
En la nave izquierda hay dos hornacinas con imágenes de San Cayetano y Santa Teresa de Jesús y a los pies de la misma se encuentran, protegidas por una verja que las aisla del templo, dos lápidas sepulcrales bajo las que descansan los restos de la fundadora del  mismo, María Jesús Herruzo, y los de su esposo, Antonio Cañuelo Ayllón.

En la nave derecha del templo, colocados en hornacinas situadas en la pared, se encuentran las imágenes del Niño de las Uvas y de Santa Teresa de Lisieux. A los pies del templo, en la nave de la derecha,  se encuentra colocada la urna que contiene la imagen de Cristo Yacente, que perteneció a la fundadora, y que fue tallado por Navas Parejo en la década de 1940. También se encuentra en esta parte del templo una imagen de Cristo Cautivo, tallada por Navas Parejo, y la imagen de Nuestra Señora del Dulce Nombre, “Virgen de la Paz”, realizada en Sevilla en 1994 por el escultor Juan Ventura.

La iglesia del Dulce Nombre de Jesús es la sede de la Hermandad Sacramental y de Penitencia de Jesús Cautivo y Nuestra Señora del Dulce Nombre, “Virgen de la Paz” que desfila en procesión la noche del lunes de la Semana Santa Jarota.

La iglesia es un maravilloso ejemplo de construcción en granito en cuyo interior se alza la capilla del Dulce Nombre de Jesús, joya de corte neobarroco con esbeltos soportes de fuste único, obra del arquitecto diocesano Carlos Sáenz.
El interior de la capilla da cabida a uno de los retablos más bellos de la localidad. En el presbiterio, como remate del altar, se levanta un esbelto retablo, con reminiscencias dieciochescas, con una gran suntuosidad decorativa, todo en pan de oro, y la figura de un  Crucificado como titular del retablo.


No cabe duda de que la iglesia del Dulce Nombre de Jesús, debido al refinamiento de su acabado interior y al sólido aspecto granítico, propio del Valle de los Pedroches, que luce su fachada exterior, constituye uno de los más singulares y hermosos edificios de Villanueva de Córdoba.





Fachada de la Iglesia del Dulce Nombre
(Villanueva de Córdoba)